¿Qué es lo que hay más allá de la justicia? La equidad
Un felá(campesino) vivía humildemente en su pequeña parcela de tierra sin meterse jamás con nadie. Un día, tuvo un altercado con un campesino rico a propósito del riego de unos campos. Éste era irascible y abofeteó al felá, quien decidió demandarlo ante la justicia.
Unas semanas después, los dos hombres se encontraron frente al tribunal. El hombre rico fue el primero en entrar en el despacho del cadí(magistrado musulmán que cumple funciones civiles, judiciales y religiosas), le hizo un regalo y le contó su propia versión de los hechos.
—Muy bien —dijo el juez.
Luego le tocó al hombre pobre.
—¿Es usted quien ha demandado a este honorable campesino? —preguntó el cadí.
—Sí…
—Dígame qué es lo que le reprocha.
—Este hombre —explicó el demandante— vino a discutir conmigo por un asunto de agua y me dio una bofetada.
El juez reflexionó unos instantes.
—Pues bien —le dijo al felá—, la ley prohíbe golpear a los demás, y este campesino le debe a usted una reparación por haberlo hecho. Cogió entonces el libro que tenía delante de él y fingió hojearlo.
—Por una bofetada, la indemnización se eleva a un kilo de trigo —declaró.
Esta sentencia satisfizo plenamente al rico, pero no así al pobre. Cuando el primero salió a comprar el trigo, el demandante fue hasta donde estaba el cadí y le dio una bofetada.
—Pero ¿está usted loco? —gritó el juez.
—No, pero llevo algo de prisa —le dijo el felá para disculparse—. Quédese pues con el kilo de trigo que el otro va a traer para mí. Corresponde a lo que debo darle yo a usted para reparar este gesto.
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