Hace mucho, mucho tiempo, en un pueblo
muy tranquilo los pobladores trabajaban mucho mientras sus niños jugaban muy
animadamente.
De repente un día apareció una demonio
gritando: "¡Dónde están los niños, dónde están!"
Los aldeanos muy tristes y preocupados
fueron a ver a Shaka-muni.
"¡Shaka-muni, ayúdanos por favor!
"¡Ayúdanos a encontrar a nuestros niños!"
Shaka-muni respondió: "Está bien, tranquilícense"
Shaka-muni, sospechando de la demonio fue
a verla y se quedó muy sorprendido de enterarse que ella misma tenía muchos
hijos a los cuales los trataba con mucho cariño.
En un momento de descuido, en que la
demonio no estaba allí, Shaka-muni aprovechó y ocultó a uno de sus hijos.
Al poco rato la demonio notó la ausencia
y gritó desesperadamente: "!Dónde está mi hijo! !Dónde está!"
Shaka-muni se le acercó y le preguntó:
"¿Qué te pasa?"
Ella contestó a gritos: "¡No
encuentro a uno de mis hijos!"
Shaka-muni preguntó: "¿Tienes muchos
hijos pero la falta de uno te preocupa tanto?"
Ella contestó: "¡Sí. Mucho!"
Shaka-muni dijo: "Lo mismo le sucede
a los aldeanos. Tú has estado raptando a sus hijos y ellos están muy tristes.
Retórna a los niños inmediatamente" y Shaka-muni entregó a la demonio el
hijo que estaba buscando.
La demonio arrepentida dijo:
"Perdóname. No volveré a cometer el mismo error"
Ella inmediatamente devolvió a los niños
y a partir de ese día se dedicó al servicio de Shaka-muni y recibió el nombre
de "Kishibojin"
"Kishibojin" se convirtió un
una diosa muy famosa por proteger a las mujeres durante el parto y cuidar a los
niños de las enfermedades.
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