Bienvenid@ a este bosque nebuloso. Disfruta de tu estancia.

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martes, 5 de octubre de 2010

el asno, el campesino y su hijo

Túnez
Hagas lo que hagas, siempre habrá quien te critique.



Un campesino tenía un viejo asno. Como ya no le servía para nada, decidió venderlo. Una mañana, montaron él y su hijo sobre el animal y salieron hacia el zoco.
—Si os subís los dos encima de ese pobre animal, lo mataréis —les dijo un vecino.
El campesino se apeó y se puso a caminar detrás del asno. Un poco más adelante, unos aldeanos los señalaron.
—¡Qué vergüenza, el viejo a pie y el joven
montado en el asno!
El muchacho cedió inmediatamente su lugar al padre, pero éste era muy gordo y el
burro flaquísimo. Se cruzaron con una mujer que iba con su hija.
—Mira —dijo la mujer—, ese pobre asno carga con un hombre más pesado que él.
Morirá antes de llegar a su destino.

Unos instantes más tarde, el campesino se detuvo cerca de un árbol al borde del camino. Su hijo lo ayudó a cortar unas ramas, que pusieron bajo el vientre del animal. Lo levantaron y llevándolo así siguieron su camino. Fueron el hazmerreír de todos los que los veían.
—¡Pero dónde se ha visto eso, es el mundo al revés! ¡No son los asnos los que llevan a los hombres, sino los hombres los que llevan a losasnos!
Entonces el campesino le hizo señas a su hijo para que bajara el animal. Los dos hombres descansaron un momento y el padre dijo:
—Hijo mío, hagamos lo que mejor nos parezca y dejemos de escuchar lo que dice la gente.
—¡Tienes razón! Hagamos lo que hagamos, siempre habrá alguien que nos critique.
De modo que se montaron los dos sobre el asno y siguieron su camino hasta el zoco,
donde lo vendieron.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

buuuuuuuu q bobos

Anónimo dijo...

que onito cuento