Cuenta la leyenda que en las riberas del Paraná, vivía una indiecita
fea, de rasgos toscos, llamada Anahí. Era fea, pero en las tardecitas
veraniegas deleitaba a toda la gente de su tribu guaraní con sus canciones
inspiradas en sus dioses y el amor a la tierra de la que eran dueños... Pero
llegaron los invasores, esos valientes, atrevidos y aguerridos seres de piel
blanca, que arrasaron las tribus y les arrebataron las tierras, los ídolos, y
su libertad.
Bienvenid@ a este bosque nebuloso. Disfruta de tu estancia.
Bienvenid@ a este bosque nebuloso. Disfruta de tu estancia.
martes, 21 de diciembre de 2010
lunes, 20 de diciembre de 2010
EL CARDO
LEYENDA ARAUCANA
El sol caía a plomo sobre la pampa, calcinando la tierra. Los pastos
habían desaparecido y los árboles resecos mostraban sus ramas desnudas y pardas
cubiertas con el polvo gris que se levantaba del suelo.
Los pocos animales que quedaban, escuálidos y desganados, hundían sus
hocicos donde creían encontrar el suelo húmedo o se echaban sin exhalar un
quejido, pues ya no les quedaban fuerzas ni para eso.
Se hicieron muchas rogativas, pero el huenu se negaba a enviar el agua
bienhechora.
En la tribu del gulmén Huiltrú reinaba la desesperación y la muerte. Los
nativos no recordaban haber pasado jamás una sequía semejante.
domingo, 19 de diciembre de 2010
LA LEYENDA DE LA PIEDRA MOVEDIZA DE TANDIL
Era el principio de los tiempos. El Sol y
la Luna eran
marido y mujer: dos dioses gigantes, tan buenos y generosos como enormes eran.
El Sol era el dueño de todo el calor y la
fuerza del mundo; tanto era su poder que de sólo extender los brazos la tierra
se inundaba de luz y de sus dedos prodigiosos brotaba el calor a raudales.
Era el dueño absoluto de la vida y de la
muerte.
Ella, la Luna, era blanca y hermosa.
Dueña de la sabiduría y el silencio; de
la paz y la dulzura. Ante su presencia todo se aquietaba. Andando por la tierra
crearon la llanura: una inmensa extensión que cubrieron de pastos y de flores
para hacerla más bella. Y la llanura era una lisa alfombra verde por donde los
dioses paseaban con blandos pasos. Luego crearon las lagunas donde el Sol y la Luna se bañaban después de
sus largos paseos.
sábado, 18 de diciembre de 2010
La Azucena del bosque
viernes, 17 de diciembre de 2010
EL CURA ES CLIENTE ANTIGUO
Bueno, pos va uno a confesarse y le dice al cura, dice:
–Padre, me confieso de que es que he estao con una mujer mala.
–Padre, me confieso de que es que he estao con una mujer mala.
lunes, 13 de diciembre de 2010
EL CURA Y EL MONAGUILLO
Había una vez un cura al que le gustaba mucho el chocolate y acostumbraba a comerlo mientras confesaba. Un día se dejó olvidado el chocolate en el confesionario y el monaguillo, al verlo, se lo comió.
sábado, 11 de diciembre de 2010
EL ZAGALILLO Y EL CURA
Era un zagalillo que guardaba un rebañito de ovejas, y estaba en el campo cuidando de ellas. Y pasó por allí un sacerdoteque iba paseando. Y al niño, como hacía mucho frío, se le caían los mocos.
viernes, 10 de diciembre de 2010
LOS RECIÉN CASADOS Y EL CURA
Era un matrimonio que estaba recién casao, y los casó el cura del pueblo. Y se fueron a la luna de miel, y dice:
–Bueno, pos ya que nos ha casao fulanito de tal –dice–, pues, se tiene que venir con nosotros a la luna de miel.
–Bueno, pos ya que nos ha casao fulanito de tal –dice–, pues, se tiene que venir con nosotros a la luna de miel.
jueves, 9 de diciembre de 2010
EL CURA Y EL ZAPATERO
Esto era un cura que se había encaprichao de la mujer de un zapatero. El cura andaba siempre rondando a la zapatera por la ventana y la comprometía constantemente. Un día, la mujer, harta de soportar la persistencia del cura, se lo contó a su marido. Este, en vez de enfadarse, planeó una estratagema. Cogió el cerote y se lo restregó a su mujer por la entrepierna y le dijo que aceptara y se acostase con el cura.
miércoles, 8 de diciembre de 2010
LAS “POLEÁS”
Esto eran dos hermanos que vivían solos y uno de ellos estaba tonto. El otro hermano se echó novia y, un día, la familia de la muchacha lo invitó a cenar para conocerlo, y le dijeron que se llevara también a su hermano, al tonto. El muchacho, por miedo a que lo dejase en ridículo, no dejaba de darle indicaciones de cómo debía comportarse en la mesa.
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